Quien pudiera, saborearte lentamente
como a una fruta amarga en la corteza.
Quien pudiera, dormir en tu aspereza
como el dia en la sierra del poniente.
Quien pudiera, rendir la hastiada frente
contra el duro confin de tu entereza,
rota la paz y el paso indiferente.
Quien pudiera, mi amor romper,
la alborotada resistencia de tu alma distraida,
conducir a tu parva apaciguada
al lado cristalino de mi alma.
Quien pudiera obstentar ,como una brida,
el arcoiris sin par de tu mirada
desde tu luz en lo profundo de mi alma
y ser por fin un ansiado de tu estanque
donde posar por siempre tu paz perdida.