No sé cómo lo haré
ni de qué forma ni manera,
ni si hallaré fórmula certera,
ni qué excusa inventaré.
No sé a qué esperanza aferrarme,
ni qué hacer para que me sientas,
ni sé si sabré llamar a tu puerta
con la voz de mi alma que no cesa de nombrarte.
No sé de qué manera llegaré a ti,
pero lograré alcanzar tu corazón
y seré de tus días la razón
por el que tú desees de esta vida existir.