Mis palabras pueden acariciarte como la brisa pródiga
que libera la noche alucinante y congénita.
Pueden elevarte como la bruma
que invade el aire victoriosa y rebosante…
Con mis palabras puedo mostrarte un mundo con simetría,
donde no cabe lo superfluo ni la hipocresía.
Mis palabras sólo quieren alimentar tus sueños
y tu amor a la vida,
pretenden aliviar tus penas y levantar tu autoestima…