A veces te imagino desnuda,
diáfana,
con la desnudez de una caracola
perfecta
y te voy vistiendo de colores imaginados,
de una luz pensada en mundos remotos,
en la umbría desgarrada de bosques posibles,
dentro de pisapapeles lúcidos
y te voy vistiendo con perfumes que destilo.
Alambique de vidrio naranja y azul,
como el atardecer cuando te añoro,
como cuando te añoro al atardecer.
Y te voy vistiendo como en sueños
de ti
y es entonces cuando tu risa me alcanza,
me traspasa como un rayo y despierto del ensueño
Y te voy vistiendo…