SUBLIME.


Lo sublime de su amor

es ella misma al hablar,

en su andar pausado

en su mirada que todo dice.

Con la calma del mar, 

con la luz de las estrellas,

con la inmensidad del tiempo

es ella desde siempre.

Inspiración y destino

un canto a la vida,

después de la vida

eterna presencia.

Su silueta el universo

sin límites ni distancias,

sus manos el mundo,

en ella todas las letras.

Después su cuerpo

perfección del cielo

un instante de luz

un sinfín de color.

Tan ella siempre

entre mis recuerdos

hacedora de versos

entre nuestros besos.

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