A la sombra de tu sonrisa
hasta las horas descansan,
es que el tiempo no lleva prisa,
es que el cielo se deshidrata.
A la sombra de tu sonrisa
hasta las grietas rejuvenecen,
la oración se petrifica
y hasta de signos ella adolece.
Los misterios se desentrañan,
el pulso se ralentiza
y en do menor las brisas
que tus pupilas empañan.
Lo externo se distorsiona,
los jardines se martirizan
cuando todos se posicionan
a la sombra de tu sonrisa.
Para enfrentar esta vida enfermiza
aprendería yo a meditar,
pero solo si ese lugar
es a la sombra de tu sonrisa.