EL SECRETO.


Cuando pienso en tu cuerpo
me quedo hambriento
con ganas de comerte
en una noche que dure
para siempre
en una cama
donde tú y yo
haríamos un concierto.
Mi boca corriendo por tu piel
donde mi paladar siente
ese sabor a miel,
tus pechos lentamente acariciar,
tus labios morder
hasta dejartelos
color buriel
y así dejarte los sentidos
todos ellos adormecidos.
Eres mi escapatoria,
mi piel se hace notoria
en tu presencia divina,
no sé dónde correr,
es porque eres la causa
de mi euforia infiel,
porque haces sentir
que por mis venas
corre sangre ardiendo
y en mi pecho mi corazón latir.
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