
No mates a los seres más frágiles,
deja a las mariposas revolotear,
no empuñes duros puñales.
Deja que la vida florezca,
aleja la maldad insana,
deja la vida en paz.
No mates a la luz que habita en el corazón,
un aleteo puede hacer que todo cambie
y los que van arriba caen en llamas.
Deja que respire el mundo,
aleja tu maldad,
ya sabes,
todo muere,
todo tiene que acabar,
deja al mundo sin envenenar.
Nada es para siempre, ni el poder.
Demasiado frágiles para matar tanto,
nadie escapara al juicio del mas allá en el polvo.