Escucho batir las olas
rompiendo sobre la arena,
trocitos de caracolas
adornan aquella escena.
Un corazón dibujado
rezando en el interior
te amo, se había pintado
como una muestra de amor.
En ese rincón aislado
soñábamos frente al mar
con cumplir lo deseado
nunca dejarnos de amar.
Supe que había sido ella
por el lugar elegido,
inconfundible su huella
en su espacio preferido.
Era un bello atardecer,
el sol se estaba ocultando,
yo escribí con gran placer
te voy a seguir amando.