MIRADA ÁMBAR.


El ámbar de tus ojos me sedujo,

cargo a ellos con los míos,

y abstraída mi mente me condujo

a ser sonámbulo a tus caprichos.

 Mágica estrategia te diste cuenta

que su chispa prende mi vacío,

y cegada mi voluntad en renta,

la ocupa tu mirada vicio.

 Hipnótica conduce a voluntades:

patéticas, ridículas, indignas

me pierdo a mares,

en ella me signas.

 Entonces soy tuyo: Ama,

tu esclavo hechizado, perdido;

ante tu mirada ámbar.

ERES MI LLAMA INMORTAL


En dondequiera que estés,
al final de este camino,
olvidarte no consigo
y jamás lo lograré;

adonde vaya has de ser
ese manantial tranquilo,
donde mis males reviso,
donde se quemaba mi piel;

eres divina ternura,
esa flor que es inmortal,
esa luz que nos alumbra

mi capacidad de amar;
llama que no se consume
y jamás se apagará… 

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