Apenas una mirada
y en ella todo es deseo,
una palabra, dos letras,
después todo locura.
El roce imperceptible,
complicidad que delinea
un cuerpo perfecto
acompasado a besos.
El cielo entre las manos,
la eternidad en la mirada,
un sueño posible
en plena madrugada.
Palabras sin pronunciar,
la voz entrecortada,
los secretos al oído
la vida que se va.
Alcanzar el cielo
en su inmensidad,
Una caria más
y volver a respirar.
Desnudos de tiempo,
el espacio inexistente,
nosotros plenos
amantes por siempre.