Ahora más que nunca necesito tu abrazo,
necesito acurrucarme, y dormitar entre los susurros,
notar tus caricias acompañando mis latidos
que expiran en un manso letargo.
Dame la mano, y sostén mi alma en tu alivio.
Tan perdido estoy que no me encuentro,
déjame descansar solo un momento
en la cálida balsa de tus labios.
Nado en el espejo de agua de tus ojos.
Mis lágrimas son arroyos
arrastrando las cuitas de mis pensares,
pero tú has construido una almena
para que en tu muralla pueda resguardarme.
Háblame con esa boca de rosas.
Bésame con tu lengua limpia de espinas.
Repón en mí lo que está hecho ruinas
pa unra que mañana pueda levantarme.
Devuelto el brío de mi ser,
el brillo de tu luz cae en
Que haría yo sin ti?,
no sería lo que soy, ahora lo sé.
Tú eres mi bastión de rocas.
Mi corona de nubes y pajarillos.
El amor cercano y sencillo,
por ello aún no te he puesto nombre,
porque no deseo amarrarte.
Prefiero que vueles libre
porque así puedo buscarte,
más allá de lo intangible.