PRONTO TU RESPUESTA


Y es que te escucho, pero, no te oigo

Vociferas, gritas, sólo insinúas carencias tuyas.

No las mías.

Reclamo en silencio, mirándote,  pero, no viéndote.

Sólo necesito saber si tu sigues la ruta o ya tienes la tuya propia.

Sabes que mi camino está marcado.

A %d blogueros les gusta esto: