Aún me quedan las fuerzas de volver a cantar,
cuando escucho en penumbra tu dulce susurrar,
mientras miro en silencio tu semblante brillar
y me atrapan tus labios al volverte a besar…
Se me abren cien murallas si te veo pasar,
cómplice de un secreto que parece abrasar,
sin saber tan siquiera cuánto puede durar,
pero siempre a la espera de volver a empezar…
Viviré estos momentos de nocturno esperar
mientras mi mano evite la nave zozobrar,
enfrentado a la fuerza de un destino dispar,
a sabiendas que un día el sueño ha de acabar…
Debe estar conectado para enviar un comentario.