Postrado de rodillas
y ante tus miradas,
al mirar tus ojos
siento que me amas.
Veo en tus pupilas
tanto resplandor
que en ellas destilas
todo ese fulgor.
Ellas nunca mienten,
transmiten la calma,
dicen lo que sienten…
reflejan el alma.
Nunca se iluminan
si estás enojada,
entonces se enturbian
parece se apagan.
Mirarte es ese placer
que se siente al respirar
tan fuerte como poder
ver ese verde brillar.
Hermoso y tan verdadero como el brillo de unos ojos cuando observan lo que aman…
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Cierto, gracias por tu visita y tu comentario. Un saludo.
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