Ellos deambulan por entre las calles vacías
En las madrugadas que desvelan sus sueños
Llevan entre sus manos el corazón expuesto
Mientras se les desdibuja de a poco el alma.
Vagan sin destino como el mismo viento
Su sendero es un suspiro que se vuelve abismo
Donde caen cada noche de insomnio inesperado
Porque les habita la soledad entre tanta gente.
Invisibles a las miradas se pierden en silencio
Suelen volverse sombra al atardecer triste
Y son melancolía de aquellos instantes
Cuando comparten también sus ausencias.
Intangibles como besos que se piensan
En el árido desierto de unos labios olvidados
Desfiguradas las palabras ya quebrantadas
Otrora esencia de poemas abandonados.
Vencidos por el tiempo que los consume
Hombres ya sin alma con sus alas rotas
Creyendo en el amor eternamente
Ellos son los poetas sin destino.