VERTE DORMIR.


Me gusta velarte el sueño, 

verte, los labios al dormir,

imaginar que estoy ahí

cuando te tocas el cuello

y ser de tu calor el pañuelo

verte, acorta las distancias

de este corazón lleno de ansias, 

de tenerte junto a mi lado, 

verte y quedarme callado

imaginando nuestras fantasías…. 

SOLEDAD Y NOSTALGIA


En solitario mira el cielo sombrío 

y la radiante luna llena,

piensa para sus adentros 

en la grandiosidad de la natura.

De la nada, la añoranza 

vestida de luto y con tul de tristeza 

revive esos ayeres

que se niegan a ser olvido.

El silencio acaricia su espíritu,

tenue brisa le susurra al oído 

“debes liberar ese sentimiento”.

Los amargos recuerdos se disipan 

como estelas de nubes

y con pasos briosos llegan 

gratos momentos vividos.

La serenidad la acoge en sus brazos 

y al hacerle compañía siente ella

le fortalece, dándole paz a su espíritu.

HOJA DESATADA.


Entre el hueco
de las lágrimas,
pensaba en las hojas
desatadas que azotan
el mar huracanado,
el olor a gardenia
de tu cuerpo aceitunado,
en medio del agua de tus soles
almendrados 
bañados por el sol de primavera.
Sabía que de cierto
el corazón de pronto
se vuelve un nudo
que en silencio toma
nuestros brazos
y desnuda nuestro cuerpo,
conversando callado
viviendo a su manera.
Me encantaría que me dieras
de tu vida
la luz de tus párpados;
la carta guardada
en el cofre de tu alma,
el verde de tu espíritu
que huele a jazmín
y a gardenias.
No sé dónde estarás 
no sé que rumbo viajarás,
nos dijimos adiós,
de pronto, la poesía de tu cuerpo
vuela a la distancia
acallando mi tristeza,
hoja desatada…

EMBELESADO.


Qué bella está la flor que ha florecido

en medio del jardín que habita mi alma

muy fresca como el agua en la cascada

que cae con el sol con mucho brillo.

 Y es bella su corola y su racimo.

Sus hojas son color verde esmeralda,

moviéndolas el viento en la explanada…

¡Gozando sus ternuras y cariños!

 La flor que hay en mis manos me deslumbra,

con todas sus virtudes y belleza.

Feliz está mi ser cuando se juntan,

 sus pétalos que saben a frambuesas

– rojizas   y sabrosas por maduras –

¡Con besos que hasta el alma me embelesan!

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