SENDOS AMORES.


En ambos senderos manaban 

sendas fuentes sordas
de hojas muertas y silencio
latidos de un amor sincero
En ambos corazones palpitaban
sendos deseos nomadas
de pasiĂłn desmedida y fornicio
destellos de un terreno austero

Cada noche se cruzaban sus pasos
entre los arboles de otoño
trazando rutas precisas por ambos lados
como si perdidos rehicieran el camino
que uniera sus vidas bajo luceros de plata
En abrazos fundieron ternura con aroma
a suspiros y un manto de sombras cubrĂ­a
sus labios prendidos con sus propios fluídos 
Persiguiendo la madrugada callada
cada noche se amaban y relucía su estrella 
en un cielo encendido para ellos.

Con sus manos abrieron el suelo
para sumir las raĂ­ces comunes
Con sus voces alzaron el vuelo
para derramar amor desde las nubes
Con sus besos tejieron la luna
para adornarla de blondas flores.
Con sus ojos reinventaron el tiempo
para impregnarlo de amor eterno.

Trenzaron ramales como esparto.
Lanzaron plegarias a cielo abierto
Tatuaron espejos de labios carmines
Atisbaron luces y sombras efímeras. 

AVE DE PASO.


Fue su cariño veloz quimera

como las aves que van de paso;

quizá deseo, quizá un acaso

lleno de efluvios de primavera.

Era su encanto la gran lumbrera

como los rayos de regio ocaso;

donde brillaba, del gran Parnaso,

luz que alumbraba mi vida entera.

Ella exaltaba con su hermosura

grande delirio desconocido,

lleno de fuego con dulce exceso.

Hoy que la vida tan cruel y dura

deja mi ensueño desvanecido,

¡solo me queda su tierno beso!

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