Fue tan grande mi dicha al conocerte
que mis sueños se hicieron poesĂa;
y en tu voz encontraron la armonĂa
cuya nota pasiĂłn sublime vierte.
Es mi afán adorarte y complacerte,Â
y ofrecerte mi todo,vida mĂa;
porque tu eres del alma su alegrĂa,
pues tan solo palpita por quererte.
No pretenden mis versos conquistarte,
ni siquiera pretenden que los creas;
y tan solo pretenden demostrarte
que en mis noches tus ojos son sus teas;
¡y es mi anhelo tan solo venerarte
aunque nunca mis letras tu las leas!
Debe estar conectado para enviar un comentario.