QUISIERA.


Quisiera anochecer bajo las olas,

poeta de otro tiempo, sin hogar.

Que mi voz se funda con el mar

y se escuche al oĂ­r las caracolas.

Quisiera despertar entre amapolas

sobre el alba del trigo y, como altar

de una mañana inédita, alcanzar

lo que el alma, en silencio, pide a solas.

.Que la vida no hiera, que el amor

persistiera ante todo sentimiento

y elevara a la dicha su latido…

Pero siento que no, que mi dolor

se agudiza y desclava, en un momento,

la materia que mora en el olvido.

 

MIL RAZONES PARA AMARTE.


A mi ninguna distancia

me va a impedir que te ame

lo digo sin petulancia

por muy lejos que te halles.

Por un millĂłn de motivos

nunca podrĂ­a olvidarte

pues avivas mis sentidos

aĂşn estando en cualquier parte.

Tu amor siempre me da fuerzas

para seguir adelante

para derrumbar los muros

que se pongan por delante.

No siempre puedo tenerte

a fe que yo lo quisiera

nada más me entristeciera

que limitarme a extrañarte.

Quiero estar cerca de ti

para abrazarte amor mĂ­o

lo eres todo para mi

sin ti me encuentro vacĂ­o.

HOJAS.


Un largo camino en la vida, 

un camino que nos lleva al final, 

un camino lleno de hojas que se van.

Hojas como los días y los años que se van.

Volando los dĂ­as cada dĂ­a mas deprisa al final.

Mientras no queremos volver la mirada al pasado,

para no recordar con nostalgia lo mejor del pasado.

Mientras se nos vuelan los dĂ­as como hojas de la vida,

dĂ­as donde el amor se esfumo, dĂ­as donde se amo tanto.

Mientras todo se desvanece como una melodía del pasado, 

amores que volaron en los años, amores que nos han marcado, 

corazĂłn que aĂşn late y sigue amando a pesar de todo lo perdido.

HOGUERAS DE AMOR.


·Yo te amé con amor de 

fé preñado, 

te adoré con el alma de poeta

y pinté en mi memoria tu silueta

resguardando tu rostro venerado.

Te ofrecí de mi ser lo más honrado 

mi ternura te di de luz repleta;

de mi espacio tu fuiste su planeta

y vivĂ­ de tu encanto aprisionado.

Con ardor mis poemas escribĂ­a,

todos llenos de mĂ­sticas quimeras;

inventé la mas dulce melodía

que llevaba mi anhelo sin fronteras;

¡porque tu eras el rayo que traía

de pasiĂłn sus magnĂ­ficas hogueras!

A %d blogueros les gusta esto: