NO ES NORMAL QUE NO TE OLVIDE.


No es normal que no te olvide,

no puede ser que después de tanto tiempo…sigas ahí…

entre penas…abrigando sombríos recuerdos,

brillando como entelequia,

apoderada de lo que soy.

¿Porque es que no puedo alejarme de una vez    de tu ficción?…

ÂżQue hace que no encuentre la manera de resistirme?…

si lo lógico sería que ya no signifiques nada…

porque cuando te fuiste …sin querer quizá…

destrozaste la ilusiĂłn por la que te adoraba.

No me explico…porque si a pesar de devastar mi vida…sigues ahí…

deslumbrando a mi pesadumbre.

Sigues habitando mi nostalgia…

y hasta parece que veo tu fantasma     compartiendo mi tristeza.

No es normal que aún sigas siendo la razón de mis amaneceres…

como si esperara de ti…que aparezcas a desayunar conmigo alguna buena noticia.

No es normal que vengas todas las noches    a dictarme versos…

para que te siga construyendo poemas.

Debería buscar la forma de desaparecerte…

quizá…con otro delirio,

con otra mirada que me embelese,

tal vez con unos labios que me quiten el sabor de tus besos.

No es normal que quiera morir por ti…

si tú vives feliz…en otro espacio…

sin ningún remordimiento…

sonriéndole a otro ingenuo pretendiente…

vĂ­ctima de tu mortĂ­fero coqueteo.

No es normal esto que siento,

lo normal serĂ­a que destruya tu legado,

y que me deje atrapar de la pasión de otro corazón…

que seguramente valoraría… la lealtad de mis sentimientos.

Pero se me ha hecho hasta normal…

soportar el dolor de tu despiadado desamor…irremisible.

EL ENCUENTRO…..


Sólo lo había tocado en sueños, le había  amado con el alma, pero ahora su piel lo presentía de la misma forma que lo anhelaba.
Y él, parecía que sufría del mismo mal, las manos le sudaban, era un mar de nervios, porque sabiendo cuanto le amaba, no sabía cuales eran las expectativas de su bella dama.
Al fin llegó el día y la hora del esperado encuentro, los dos se miraron, un silencio ensordecedor los envolvió, sus labios querían moverse, decir algo, pero no atinaban qué, después de un minuto eterno,
Se abalanzaron el uno sobre el otro, dando pie a un efusivo abrazo, sin palabras, sólo una salinas gotas surcaron sus mejillas, donde se depositaron decenas de besos, hasta encontrar sus labios en un beso, más eterno que su silencio, fue un beso que disipó toda duda, que ahuyentó sus nervios y confirmó cuánto amor había entre ellos. Se tomaron de las manos, el rompió  el silencio, y enfilaron hacia el nido que sería testigo de una entrega de amor digna de un sueño.

QUISIERA…


Solo quisiera hablar contigo

un pequeño, corto y fugaz instante 

porque esta melancolĂ­a pesa

igual que una pluma, y lo digo

ahora mientras te escribo sin 

esperar que me leas, mujer distante

que desde lejos mi silencio besa

mujer que brilla en mis ojos cuando sueñan contigo. 

 Yo, un simple humano que te abraza 

sin moverse, he muerto hoy en estas letras…

Y si algún día tus pupilas lloran por otro amor, quizá menciones mis versos, o mejor aún, quizá mis letras perfumen tu tristeza, esa que probablemente se parezca a esta oscuridad qué hoy me abraza.

PÉTALOS MARCHITOS.


¿Dónde está mi pasado?, ¿dónde aquel

recuerdo en blanco y negro tan preciado

que quedĂł sin colgar por algĂşn lado

llenándose de polvo y yo… con Ă©l?.

.¿Dónde están los barquitos de papel?,

Âży donde la inocencia en buen estado,

deshojando los años sin cuidado

y con sabor a cántaros de miel?.

.Torbellinos de ayer, me dan su aliento,

trayendo con afán noches soñadas

y momentos sublimes y exquisitos 

.Mas su voz la he perdido; cuanto siento

conversar con las horas desterradas

y no hallar más que pétalos marchitos.

VIVIR CONTIGO.


Solo quiero vivir contigo, con mi linda 

humildad y pobreza espero que tú 

te vengas a unirte conmigo, y para 

siempre yo me daré la tarea de trabajar 

para que no  falte el sustento en la 

mesa, hasta mi amor será tuyo, y que 

el creador siempre nos conceda sus

bendiciones y así vivir felices en 

esta tierra con amor y paz los dos.

OYE LOS PASOS DE MI ALMA.


Oye, amigo. Oye los pasos de mi alma

huyendo del cielo nublado de frivolidad.

Cielo negro, negro intenso, intensa fragua

donde rostros llagados impiden hallar paz.

Oye, amigo. Oye los pasos de mi alma

pugnando por dejar atrás la inmensa urbe,

hechicera grandeva de enigmática trama.

¡Oye sus pasos buscando anhelada cumbre!

Oye sus pasos despojados de ataduras

recorrer la irisada piedad de la naturaleza,

abandonando el frĂ­o valle de amarguras,

hacia el sosiego lĂ­mpido de la Belleza.

Si crees que deambula. ¡Deja mi alma vagar!

Si crees que sueña, amigo mío. ¡Déjala soñar!

Si crees que sufre delirios. ¡Déjala igual!

Si crees que suspira. ¡Déjala, sólo sabe amar!

Si crees que está volando. ¡Déjala, sabe planear!

Si crees que llora. ¡Déjala, llora de felicidad!

Al claustro banal no la quieras obligar.

¡Amigo, no cercenes sus alas, la matarás!

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