SIGUEN EN MIS SUEÑOS.


Ni un momento se aquietó mi mente

volando en sus vidas,

ni mi boca calló sus nombres

ni mis labios dejaron de besarlos.

Merodearon mis sueños,

sacudían mi alma

y fueron siempre mi grato consuelo.

¿Qué hubiese sido mi ser sin su cobijo?

Ya no hay nada que mi atención distraiga

más que la mirada de sus ojos

y el acento de sus voces que me nombran

y sus besos y sus abrazos que me estrechan.

Están en mis sueños que a mi alma agitan,

trocitos de cielo que son mi consuelo,

como ese ángel mío. 

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: