No rompas este silencio
dejalo intacto como fino cristal,
Dejame soñar a la sombra,
del respiro de tu cuerpo
Y que el susurro perdido
sea portador de la palabra
que te nombra.
Quedate ahi, tendida cual rosal
deten el tiempo por los dos
Si has decidido cederle
a tu mirada la palabra,
Seguro el pergamino de tus ojos
explique mejor
lo que no puede la voz.