LLEGASTE A MÍ.


 

Llegaste a mí como luz entre las tinieblas, 

tu mirada de cristal penetró mi alma y atravesó las sombras que me saturaban.

De a poco ganaste mi confianza dándole sentido a mi existencia,

llenaste mi ser de buenos y bellos sentimientos

que afloran a la luz de mis palabras convertidas en versos.

Te convertiste en mi hoy, mi mañana y mí siempre a punta de cariñosos abrazos,

cálidas palabras susurradas a mi alma en la flor del amor…

Tu presencia me llena de felicidad, me transmite vida y es el remedio a todos mis males,

me devolviste la dignidad, el amor y el auto respeto.

Mis días vacíos quedaron impregnado en los anales de la historia

de un hombre sin rutas, rumbo ni dirección.

Evitaste que mi vida pasara inadvertida entre los mortales sublimes

que me espiaban para exterminar mi intento de digna existencia.

Hoy en cada gota de mi sangre tengo tu fe en mí

y la semilla de la superación para triunfar

en amor propio y ser digno de amar y ser amado…

Con mucho valor y ante todo, dignidad.

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: