ATARDECER.


El atardecer de tu frente

longeva y febril,

ha pasado de castaño a oscuro.

Los ímpetus de tus ojos

intactos y risueños

irradian fulgores de Luna,

de sombras eternas,

que unidas en un connubio

me enloquecen, me embrujan…

Esos lumínicos besos de tus labios

cubren los sórdidos

y las tristes noches…

Ese miedo a ganarte o perderte

invade con tamiz

la textura de tu aliento

que herrumbroso ha llegado a mí.

Atardeceres en tu pelo

en ocasos y ponientes,

de noche y de día…

atardeceres en tu alcoba,

en ausencia de aquel

que vuela en las frías madrugadas

y sórdidos amaneceres,

cómo un pájaro o un hombre…

DORMIR CONTIGO.


 

Dormir contigo al amanecer

es conquistar mis ansias, mis miedos…

La tibia luz de tu AMOR

atraviesa mi cuerpo, mi vientre,

cual veloz saeta en combate…

Dormir contigo al anochecer,

posibilita sentir las ganas

de ahondar en tus pechos,

cabalgar en tus sueños,

aún en tu cuerpo…

Dormir contigo a todas horas,

es acariciar tu voz,

que… entrecortada y dulce

penetra en mis huesos blandos y blancos…

Dormir contigo en el tiempo,

en una noche eterna,

de horas, minutos y segundos,

es sentir lo hermoso y bello de este universo…

Dormir contigo en el ocaso,

es cogerlo todo

y creer que todo existe…

INCLUSO DIOS!

A VECES….


A veces llega la noche y llora el alma

A veces ese loco soñador ansía ver cada una de tus pestañas

A veces sueña caminar sobre la playa

A veces no le queda más que mirarte a través de una pantalla

Hay veces que sus frases ensaya y otras veces que las calla

Hay veces que ese chico dice que te extraña

Y siempre, siempre espera tu llegada.

ESOS OJOS AZULES Y ESA SONRISA.


Entre tanta mierda,

tantos problemas,

perros desobedientes

aparecen esos ojos azules.

Los cuales quiero descubrir

para que puedan nutrir

mi alma exhausta.

Acompañados de una sonrisa

tan bella, tan esbelta,

tan grandiosa y contagiosa

como el sol saliendo por detrás

de la Alhambra.

Perdámonos una noche loca

para jugar con tu boca,

coger tus manos

y ver tus tesoros ocultos.

Olvida los prejuicios

y mira mis ojos

desnudos y contentos

por ver esos ojos azules

y esa sonrisa radiante. 

SI SUPIERAS….


Dormida…

entregada a un descanso insondable,
después de haber sucumbido…
al cansancio más jadeante…y placentero.

Casi inmóvil, ahí…derrotada,
la miro con dulzura inédita…
y me deleito de su impecable hermosura.

Me fascina mirarla así,
divagando en la paz de su agotamiento,
dejando que su lento respirar se manifieste …
como una señal de su sustento,
atrapada en un repique de suspiros…
aferrándose a la aventura de existir.

Se la ve sonreír espontánea y liberada,
tan elocuente y convincente…con su sinceridad desnuda,
como si gustara de su remanso de quietud…

estirando su apacible humanidad en ese oasis de calma.

Y yo feliz ahí, como testigo de su placidez…embobado…y maravillado de su éxtasis.

La fortuna de sentirla mía…
y de ser el causante de su sosiego…
de ser el motivo de su serenidad…
y de su mansa algarabía… arropada de ternura.

Si tan solo supiera lo que ella me inspira…
cuando la veo así sumisa…
tan indefensa…
como expuesta a la vida,
tan frágil como flor de invierno,
y trasparente como delicado cristal, de purísima lindura,
y dócil como blanca paloma…que desentendida…surcando va por la intemperie.

Si ella supiera cuanto se hace querer… cuando la veo así inmaculada,
con la pureza de arcángel…y la castidad de la luna llena.

Si supiera que cuando la veo así…
mi corazón late desordenadamente… muy a prisa,
y mis sentidos enloquecen.

Si tan solo supiera que cuando la veo así…
mi amor por ella se eterniza.

INCLINA A MÍ TU OÍDO.


Creí desmoronada

la piedra en mi camino
mas hoy de nuevo vino
a estorbar mi pisada.

Entre el lápiz y la hoja

musito una oración:
Es una confesión
que a mi alma se le antoja,

admitiendo el error

de caer nuevamente
como necio indolente
ignorando tu amor.

Sin ganas de escribir

pero aprieta la falta.
Mi pecho dijo ¡Salta!
y volví a sucumbir.

Está fría mi fe

y el café sabe amargo,
hoy me hundo en un letargo
y mi alma luz no ve.

Alzo mi canto ansioso

buscando tu consuelo
porque no veo el cielo
y todo me es borroso.

Inclina a mí tu oído.

Escucha mi clamor
y alíviame el dolor
que en mi pecho hizo nido.

A PUNTO DE EBULLICIÓN.


Como una hija de la lluvia 
vienes a mí, empapada de ansias 
traes un cargamento de fuego 
en la curvatura de tus caderas 
y en tus ojos maquillados un enigma 
de sombras y brillos para el placer. 
Yo te recibo en la noche oscura, 
soy una inmensa caricia que acumula 
toda la lujuria en tu cuerpo, 
eres de agua……. y estás hirviendo. 

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