Categoría: POEMAS

mi amor, aunque sea en vano, solo te pido…

que en ese momento me mientas, que seas convincente,

para que parta sabiendo que estuve con la mujer que siempre amé.

Aunque sea un segundo, un instante,

quiero sentir que estás a mi lado,

que puedo tocarte, besarte, amarte,

antes de cerrar mis ojos para siempre.

No me importa el dolor, la agonía,

ni el sufrimiento que pueda sentir,

solo quiero partir con la certeza

de que fui correspondido en mi amor.

Así que miente, mi vida, con dulzura,

convénceme de que nunca te alejaste,

que siempre estuviste aquí, a mi lado,

y que nuestro amor será eterno, aunque mi cuerpo ya no esté presente.

Que tu voz sea mi última caricia,

tu sonrisa mi última visión,

y que el recuerdo de nuestro amor

me acompañe en mi último suspiro.

Hasta el último aliento de mi vida te esperaré,

mi amor, aunque sea en vano,

porque sé que en algún lugar del tiempo

nos volveremos a encontrar.

solo angustias y rostros que nos miran.

Afuera el bullicio nos consume, nos maltrata,

se levanta.

Afuera nada queda, solo ilusiones malogradas,

solo el afán que se repite, el afán que no termina.

Somos tú y yo en medio de miradas ponzoñosas,

hirientes, consumidas; en medio de almas carcomidas,

engreídas, poseídas.

Siéntate a mi lado en medio del pequeño bosque

de almas bondadosas.

Que latan nuestros corazones muy fuerte,

y broten las raíces y se extiendan y se enreden con ellas.

Que lloren las nubes y se despejen los cielos,

y se nutra la tierra consumida, y que las almas cegadas

se alimenten y se llenen de alegría.

Que se escuchen los gritos de optimismo y no nos rindamos

así tengamos el corazón roto y el cuerpo lacerado.

Voy detrás de tu desvelo

Para cerrar tus ojitos,

Y abrazarte despacito jnescritor

Para provocarte el sueño.

Me convertiré en tu ángel 

Protector y bienhechor,

Y te daré mi calor

Y a tu sueño daré alcance.

No te podrás deshacer

De los detalles más lindos,

Como si fuera domingo

Con gritos de mercader.

Te llevaré de la mano

Mientras te compro una flor

En nombre de nuestro amor,

Degustando algún helado.

Buscaremos un rincón 

Donde contemplar el mar,

Mientras oyes declamar

Mi reciente inspiración. 

Y te secaré con besos

Alguna lágrima esquiva

Que en tu tez a la deriva

Sea de amor aderezo.

Dicen: se vale soñar,

Y no nos cobran por eso,

La esperanza no se ha muerto

De que se haga realidad.

me lo pasaba llorando

y tus besos anhelando

con infinito dolor.

Como triste trovador

con tu figura soñaba

y en mi locura buscaba

de tu cuerpo su calor.

Silencioso contemplaba

tu magnífico fulgor,

que tu ingrato desamor

siempre me estaba negando;

¡más un día suspirando

decidí olvidar tu amor.

De repente allí

te sentí,

siempre gentil.

El saludo,

el frenesí 

y tu encanto,

en el jardín.

El fraterno abrazo,  

nos hizo feliz.

Hablamos

en pleno trajín,

nos miramos,

oh dama febril,

inverosímil encuentro,

con olor a jazmín.

Nos despedimos,

sonreimos  y soñamos.

Y, aunque cada quien

tomó su lado,

no disimulamos,

que aún,

en el paralelismo

de los tiempos

y de las distancias,

entre suspiros,

nos amamos.